Extirpar pensamientos para trabajar mejor.

 

Las personas que consultan, en muchas ocasiones, lo hacen con cierta desesperación porque no pueden sacar de sus pensamientos ciertas ideas, es decir, ciertas preocupaciones. Lo dicen al quejarse de que no se concentran, no toman notan de sus clases o de sus reuniones de trabajo. Incluso perciben en algún momento ciertas ausencias, como trasladando la mente o su persona a otros lugares. La queja generalizada es que están menos productivos y que por tanto quieren extirpar eso que los distrae. Al respecto a dichos pacientes los invito a pensar justamente en esas ideas que no se pueden sacar de la cabeza, a reconocer, que cuando hay un tema o preocupación que resulta prioritario en este momento de su vida, justamente no se ira, es decir, no es posible extirparlo. En todo caso la cuestión es tratarlo psíquicamente. Cuando algo es priorato o primordial serán vanos los esfuerzos por querer evitarlos. Se manifestaran siempre de alguna u otra forma. Justo esos pensamientos-preocupaciones están ahí presentes para comunicar algo y ser tratados. A lo que se contrapone la época actual, que demanda de todos ser altamente productivos, enfocar toda la energía para rendir más allá de lo posible en los trabajos.



No se trata de extirpar dichas ideas o preocupaciones, sino de reconocer su importancia y lo decisivas que pueden ser. Y por tanto, justo están ahí para llamar la atención, para ser atendidas. Se trata de un trabajo psíquico de esclarecimiento, siguiendo puntualmente los enlaces o encadenamientos, las ocurrencias y asociaciones, que suelen llevar a los aspectos más íntimos, al punto que suele ser desagradable mencionarlos. Pero es así, mediante esos nexos y su descomposición, como es posible el esclarecimiento de esos pensamientos que no dejan de irrumpir en cada dimensión de la vida. Aunque claramente el esclarecimiento no es para volver a los sujetos seres productivos más allá de las capacidades de lo humano. Sino para preservar su salud, posibilitar el surgimiento de la verdad  y las posibilidades de su deseo.


PSIC. Mauro Cruz Mtz. 

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