Por Psi. Mauro Cruz Mtz.*
Freud dirá en 1926 que “El psicoanálisis gana cada vez más partidarios como procedimiento terapéutico porque consigue en favor de los enfermos más que cualquier otro método de tratamiento. Su campo de aplicación son las neurosis leves -histeria, fobias y estados obsesivos-; además, deformaciones del carácter, inhibiciones y anormalidades sexuales, donde obtiene considerables mejorías y hasta curaciones. Su influjo sobre la dementia praecox y la paranoia es dudoso; en circunstancias favorables puede dominar también depresiones graves. En todos los casos plantea grandes exigencias tanto al médico como a los enfermos; a aquel le requiere haber adquirido una formación particular y ahondar en cada enfermo durante mucho tiempo, y a estos, considerables sacrificios materiales y psíquicos; pero en la mayoría de los casos recompensa todos esos empeños. Por cierto, el psicoanálisis no es una cómoda panacea para el sufrimiento psíquico (<<cito, tuto, iucunde»); al contrario, sólo su aplicación permitió esclarecer las dificultades y los límites con que tropieza la terapia en esas afecciones. (…)
El psicoanálisis se apoya con seguridad en la observación de los hechos de la vida anímica; por eso, su superestructura teórica es todavía incompleta y se encuentra en un proceso de permanente trasformación. En segundo lugar, no debe maravillar que el psicoanálisis, que en su origen sólo pretendía explicar fenómenos anímicos patológicos, terminase por desarrollar una psicología de la vida anímica normal. Se obtuvo la justificación para ello cuando se halló que los sueños y las operaciones fallidas de las personas normales poseen idéntico mecanismo que los síntomas neuróticos”. (Freud -1926- Psicoanálisis.)
Hoy día el psicoanálisis trabaja con pacientes psicóticos, “algo es posible” dirá Elida Fernández. Claro, con Klein, Winnicott y Lacan. Ellos han llevado el psicoanálisis más allá de las estipulaciones de Freud. Y con Andre Green uno piensa en las estructuras no neuróticas, en un cambio de paradigma del trabajo clínico. Y habrá otros tantos autores que den cuenta de ello.
¿Qué puede el psicoanálisis hoy en día? En general puede decirse que sigue siendo la psicología de lo profundo, que arriesga por indagar la particularidad del sufrimiento psíquico, que dispone de la creatividad suficiente, que hace un gran énfasis en la transferencia del psicoanalista y que decide trabajar con quienes en otros espacios son pensados con fórmulas y recetas. Hay una apuesta por el funcionamiento psíquico, pero sobretodo hay una disposición a no creer saber del sujeto sufriente, pero si acompañarlo para que en algo pueda dar cuenta de su sexualidad, de su deseo y sus goces.
* Psi. Mauro Cruz Mtz. Psicólogo por la UAM Xochimilco. Diplomado en Clínica psicoanalítica, fundamentos freudianos en UAM Xochimilco. Diplomado en Clínica de Freud en Dimensión Psicoanalítica. Maestrante en psicoanálisis en Dimensión Psicoanalítica. Ejerce su práctica psicoanalítica en CDMX.

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