Sobre el trauma

Mauro Cruz Martínez.



El concepto de trauma está presente a lo largo de la obra de Freud, de hecho podría decirse que atraviesa el edificio psicoanalítico, que se puede hacer el extenso recorrido por la obra freudiana comandados por dicho concepto, el cual, a decir de Benyakar y Lezica (2005) es un núcleo duro de su teorización. Se entiende entonces que ocupa un lugar particular en relación a la histeria, la represión, los sueños, la transferencia, la pulsión, la cura, al funcionamiento psíquico en sí mismo. 
Es muy recurrida la afirmación de que Freud abandona su teoría del trauma, cuando llega a decir que ya no cree más en su neurótica (1987). Pero habría que ver en ello una reformulación más que el abandono, pues lo que ahí dice es que no necesariamente la seducción tuvo que tener lugar en la realidad para generar un trauma sexual. Arriba la fantasía, para adquirir su estatus como concepto que puede dar cuenta de la neurosis, sin que por ello deje de participar un exceso. Trauma también se entenderá así, como un gran monto de energía que no se puede tramitar. 
En la construcción del edificio psicoanalítico éste concepto tiene diferentes momentos, mismos que, quizás, han propiciado la confusión. Por lo que en principio, un recorrido para ubicar su empleo explicito e implícito, sus formulaciones y giros, el lugar que tienen en el psicoanálisis mismo así como el aporte especifico que le proporciona, son razón suficiente para adentrarse en una lectura minuciosa de la letra freudiana.

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